En el año 2016 comenzamos con la primera experiencia de taller para enseñar a mujeres de bajos recursos, el oficio de la confección de ropa y accesorios textiles.
Desarrollamos este taller en la fundación de oficios Peregrina, en el bajo de San Isdro.
Dimos clases durante un año para capacitarlas y que puedieran experimentar una experiencia de trabajo para la marca que puedieran luego trasladar a sus vidas y ofrecer a terceros.
Las mujeres que asistieron al taller trabajaron en la confección de nuestros productos, destacamos el crecimiento mutuo y el valor del trabajo digno.
A partir de este primera iniciativa surgió nuestro actual packaging, la famosa «mochi-bolsa» de Be Yogi la cual se transformó en un íncono de impacto positivo para la marca y un recordatorio constante de que la felicidad de uno esta totalmente conectada con la felicidad de los demás. viviendo el Yoga es Unión fuera del mat también.